¿CÓMO AFECTA EL USO EXCESIVO DE PANTALLAS AL DESARROLLO DE LOS NIÑOS?

“TODO EN EXCESO ES MALO”

Seguramente te suena familiar esta frase, y esto es totalmente cierto, los excesos son malos. El día de hoy estamos invadidos por la tecnología, lo que se ha convertido en algo llamativo para los niños, y a la vez ha sido un recurso para los padres para que sus hijos se “entretengan” y de esta manera coman o se calmen.

Los primeros cinco años de la vida del niño son muy importantes para su crecimiento y maduración. Según estudios realizados, se evidencia que los efectos de pasar mucho tiempo frente a las pantallas, afecta en los niños en el área de lenguaje, atención y socialización, debido a que tras usar de manera excesiva estas tecnologías se impide a que los niños puedan dedicar su tiempo a otras actividades para reforzar las áreas mencionadas.

La Asociación Americana de Pediatría indica que el uso adecuado, especialmente en los niños de 2 a 5 años es de una hora al día (7 horas a la semana).

Efectos negativos del uso excesivo de estas tecnologías:

• Tardan más tiempo en realizar ciertas actividades como decir una frase de cuatro palabras, saltar en un pie o ensartar cuentas en una cuerda.
• Sedentarismo, pierden oportunidades importantes para practicar y dominar las habilidades interpersonales, motoras y de comunicación.
• Retraso en algunas áreas del desarrollo, como del lenguaje.
• Dificultades atencionales y para socializar.
• Tendencia a la irritabilidad, agresividad.
• Problemas con el sueño.

Es necesario mencionar que los niños que pasan muchas horas frente a las pantallas, no conocerán ni desarrollarán los mecanismos de socialización necesarios para interactuar junto a sus compañeros de la escuela o colegio, ya que están concentrados en solamente usar el aparato de interés, ya sea teléfono, Tablet, computadora, videojuego, etc.

¿Cómo trabajarlo en casa?

• Establecer horarios, máximo una hora, no pasarse de ese tiempo.
• Evitar ceder para usar más tiempo el aparato.
• Evitar darle el aparato para que haga algo como comer o se portarse bien.
• Evitar ponerle el videojuego en su habitación.
• Incentivar otras actividades, como alguna que implique salir al aire libre, como ir al parque, jugar en un arenero.
• Promover actividades deportivas, como por ejemplo natación, la actividad física regula el estado de ánimo, sueño y mejora la alimentación.
• Compartir tiempo con tus hijos, jugar algún juego de mesa o salir a pasear.

 

Dra. Daniela Barzallo

Psicóloga Clínica

Neuropsicóloga Infantil