Existen muchos factores por las que un niño agrede a los demás, empezando por el hecho de que un niño pequeño no cuenta con las herramientas necesarias para poder comunicarse de manera adecuada. Existen niños con problemas de autismo, de lenguaje, entre otros, lo cual va a intervenir de manera negativa en la comunicación con los demás, por lo que van a reaccionar pegando o mordiendo.

La agresividad se presenta entre el año y los dos años de edad, cuando aparece algo que les perturba o los molesta y como no encuentran una manera adecuada de expresión de lo qué están sintiendo ese momento reaccionan de manera agresiva con sus familiares y compañeros de salón de clases.

Situaciones como pelear por un juguete con otro niño, algo que los padres le niegan, hambre, sueño, divorcio o problemas entre los padres etc., pueden desencadenar estas reacciones.

 

¿QUÉ HACER CUANDO TU HIJO SE MUESTRE AGRESIVO?

Muchos padres comentan en consulta que no saben cómo actuar frente a los momentos en que sus hijos se comportan de esta manera, por lo que vamos a ver que puedes hacer frente a estas situaciones:

• Da el ejemplo: evitar agredirlos, debido a que los niños repiten las conductas que observan. Por lo que también será importante que evitemos gritar o explotar cuando nos enojamos o frustramos frente a alguna situación.

• Enseñar la importancia de pedir disculpas: así como debes felicitarlo cuando ha hecho algo bien, es importante que le enseñemos al pequeño a pedir disculpas por lo que acaba de hacer (pegar o morder a otro). Lo vamos a sacar de la escena de manera cálida, ayudando a que se calme, si puedes sostenerlo en brazos lo haces. Una vez que el niño esté calmado hablar sobre este tema, hacerle comprender que no puede hacer daño a los demás. Siempre dando el ejemplo de que nosotros también practicamos esto.

• Ayudarle a expresar sus emociones: los niños pequeños no saben cómo expresarse, por lo que les podemos ayudar preguntando: ¿estás enojado verdad?, ¿te sientes triste porque papá no va a venir hoy?, de esta manera le ayudamos a entender cómo se está sintiendo y aprenda a identificar sus emociones.

• Enseñar diferentes alternativas de reacción: será importante que enseñemos a los niños de que pueden haber otras formas de reaccionar cuando nos enojamos, como respirar hondo, alejarnos del lugar, contar hasta diez, pensar antes de actuar. Una técnica que ayuda mucho es la técnica de la tortuga. Enseñarle a que podemos hablar para pedir algo sin tener que agredir a los demás, de esta manera también le enseñamos a ser paciente.

• Aplicar técnica de tiempo fuera: separar al niño de la persona que está agrediendo y si esta conducta se mantiene en él, llevarlo a un lugar apartado hasta que se tranquilice y piense lo que acaba de hacer.
• Evitar comentarios negativos: evitar decirle cosas al niño como “eres un niño malo”, “eres un tonto”. Es importante que le ayudemos al niño a salir de ese estado, en vez de hacer que se mantenga en aquello.
• Evitar ceder cuando se presenten esas conductas: de esta manera el niño se da cuenta que no va a conseguir nada gritando o agrediendo, ya que algunos niños recurren a estos métodos para que los adultos cumplan sus exigencias.