Estrategias para padres ante comportamientos inadecuados

Las rabietas o también llamados berrinches, las crisis, la agresividad, ¿Por qué sucede esto?, la razón fundamental por la que tu hijo no es capaz de llegar a la integración, es porque el cerebro no está plenamente desarrollado hasta los veintitantos años.

Recordemos que La integración es coordinar y equilibrar las distintas regiones del cerebro para que todo funcione debidamente. Las rabietas, crisis o momentos de agresividad son una pérdida de integración del niño, el cual no es capaz de pensar su comportamiento ese momento, simplemente actúa. Tal como habíamos mencionado en el artículo anterior Cómo funciona el cerebro de los niños y entiende el por qué de sus comportamientos”.

En los niños, especialmente en los más pequeños predomina el hemisferio derecho, no dominan la capacidad de usar la lógica y palabras para expresar los sentimientos.

A cuántos no les ha pasado que van caminando por la calle o van al supermercado y tienen un comportamiento inadecuado de su niño(a) frente a todas las personas que están alrededor. Esta es la razón por la que tienen este comportamiento, su cerebro aún no ha terminado de desarrollarse, por lo que hay que esperar a que se desarrolle.        El ambiente familiar puede influir en la integración de ese niño, mientras se ejerce la paternidad día a día. Es decir los padres o cuidadores de ese niño deben ser una guía frente a esas situaciones qué no saben cómo manejar por su corta edad, pero pueden aprender ciertas estrategias que les vamos a enseñar con el tiempo.

 

¿QUÉ ESTRATEGIAS PODEMOS UTILIZAR FRENTE A ESAS SITUACIONES PARA AYUDARLES A AVANZAR A UN ESTADO DE INTEGRACIÓN?

Estrategias recomendadas por el Psiquiatra Daniel Siegel:

  • Conecta y redirige: a veces los niños no se expresan de manera adecuada, lo que hace enojar a muchos padres. Lo que podemos hacer en esos momentos en vez de establecer un regaño de manera rígida y enviándole a otro lado como castigo podemos intentar conectar con él haciendo trabajar primero su hemisferio derecho y luego el izquierdo:
  • Abrazarlo, hablar de manera cálida para que el niño se sienta escuchado y comprendido por ti.
  • Hablar a la misma altura de sus ojos.
  • Sintonizar con el niño, que éste logre sentirse “sentido”. En ese momento no es adecuado utilizar la lógica debido a que el niño está muy molesto y vamos a conseguir una reacción contraria.
  • Utilizar señales no verbales, la parte afectiva es muy importante, lo puedes abrazar para darle calma y seguridad.
  • Reconocer sus emociones por más absurdas que sean.
  • Una vez que el niño se halla calmado, ahora si podemos utilizar la lógica con él, trabajar los problemas de manera racional. Hablar del tema y darle una explicación al niño.

  • Poner un nombre para domar la situación: se puede contar o narrar una historia sobre lo sucedido para entender sus emociones y los acontecimientos que se producen en sus vidas. Que el niño le ponga nombre a sus temores y emociones. Evitar forzarlo si no quiere hablar. Con la historia se pone en orden sus ideas, se trabaja planificación y se da sentido a lo sucedido. Según la edad del niño podemos utilizar varias técnicas:
  • Elaborar un cuento junto con el niño, ayudarle con la historia.
  • Si es muy pequeño, se puede trabajar con el niño mientras juega con bloques, carros, etc. Se puede utilizar también los juguetes para contar la historia.
  • Dibujo o que escriba si es un niño(a) más grande.

 

Dra. Daniela Barzallo

Psicóloga Clínica

Neuropsicóloga Infantil