Cómo diagnosticar el autismo.

AUTISMO: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

La Asociación Amecicana de Psiquiatría en su última versión (DSM-V), establece los siguientes criterios diagnósticos:

  • Deterioro persistente de la comunicación social recíproca y la interacción social.
  • Patrones de conducta, intereses o actividades restrictivas y repetitivas.
  • Los síntomas están presentes desde la primera infancia y limitan o impiden el funcionamiento cotidiano.

Existen características tempranas de este Trastorno de 0 a 2 años:

  • Ausencia de balbuceo, señalamiento o gesticulación a los 12 meses.
  • No pronuncia palabras a los 18 meses.
  • No pronuncia frases de dos palabras seguidas a los 24 meses.
  • Pérdida de alguna habilidad social o del lenguaje a cualquier edad.

A medida que el niño va creciendo también pueden presentarse otras características que se acercan al Autismo como:

  • Poco contacto ocular.
  • Movimientos estereotipados.
  • Lenguaje inusual para la edad y pensamiento literal.
  • Incapacidad para compartir disfrute con otros.
  • Ecolalias
  • Rigidez mental.
  • Problemas con algún cambio.
  • Hipersensibilidad

DIAGNÓSTICO:

Para establecer los diagnósticos se necesita múltiples fuentes de información, como la historia clínica y una evaluación adecuada realizada por los especialistas indicados. La observación clínica es un factor muy importante para el establecimiento del diagnóstico. Los profesionales que intervienen inicialmente son el Neurólogo pediatra y Neuropsicóloga infantil.

Las manifestaciones varían según la edad, el nivel intelectual, las capacidades lingüísticas y el entorno del niño. Las deficiencias lingüísticas varían entre la ausencia completa del habla por retraso en el lenguaje, problemas en la comprensión, ecolalias y lenguaje poco habitual para la edad y demasiado literal.

Los niños con el Trastorno del espectro autista tendrán dificultades en la reciprocidad socioemocional, es decir problemas en la interacción con los demás.

 

TRATAMIENTO:

Los retrasos en el desarrollo empiezan a ser evidentes desde el primer año y medio de vida, aunque por lo general las personas empiezan a notar los síntomas desde los dos años. Lo primero que se suele notar es la falta de interés por la interacción social.

Una Evaluación Neuropsicológica permite realizar un diagnóstico diferencial, ya que en algunos casos se confunde este Trastorno con algún otro Trastorno que pueda padecer el niño. Por esta razón es importante acudir a los profesionales indicados para el establecimiento del diagnóstico, realizando una Evaluación detallada y adecuada por los profesionales indicados. Una vez realizada la evaluación se puede determinar qué tipo de terapia necesita el niño (conductual, cognitiva, sensorial, de lenguaje, etc.).

 

Dra. Daniela Barzallo

Psicóloga Clínica

Neuropsicóloga Infantil