Actividades para mejorar la lectura en Adolescentes y Adultos

Algunas personas llegan a la adolescencia y siguen teniendo dificultades con la lectura. Con una evaluación adecuada se puede saber en qué componente de la lectura está la dificultad, de acuerdo a eso se puede trabajar las siguientes recomendaciones:

PARA REFORZAR LOS PROCESOS LÉXICOS: la ruta léxica requiere que el lector sea capaz de observar y memorizar la secuencia de grafemas que distingue a cada palabra del resto, algo que depende de la experiencia repetida con esas palabras escritas. Se puede realizar las siguientes actividades:

  • Presentar simultáneamente dibujos con las palabras que los designan. Se pueden utilizar tarjetas con el objetivo de que la persona memorice las palabras y las asocie con dibujos. Luego de varias sesiones de entrenamiento, el terapeuta presenta la palabra (sin el dibujo) y la persona tiene que decir la palabra. Se debe comenzar con palabras frecuentes.
  • Realizar lectura de grupos de palabras que comparten varias letras (amable, admirable, comparable, dibujable, etc.).
  • Con las palabras homófonas, se debe presentar el par de palabras (por ejemplo “hola” y “ola” con sus significados (y si es posible con dibujos) para que la persona descubra las diferencias y memorice ambas representaciones.
  • Realizar lecturas repetidas que sean temas de interés de la persona. Este método implica que la persona lea repetidamente un párrafo de un mismo texto, hasta que alcance un nivel aceptable de velocidad y precisión lectora. Inicialmente con párrafos cortos, hasta que la persona progrese y luego trabajar con otros párrafos.
  • Otra manera de trabajar con lecturas repetidas consiste en suprimir paulatinamente las palabras principales de los párrafos. Una vez que la persona ha leído varias veces el texto, el alumno debe completar de memoria los espacios en blanco con las palabras que faltan.
  • Para trabajar ortografía el terapeuta debe escribir la palabra que el alumno tiene dificultades. El alumno lee la palabra y a continuación la escribe pronunciando a la vez las letras. Luego la escribe revisando que lo haya hecho bien.

PARA REFORZAR LOS PROCESOS SINTÁCTICOS:

  • Colorear con un determinado color el sujeto de la oración y de otro color el predicado, utilizando distintas estructuras de oración para que el alumno se dé cuenta que el sujeto no siempre va en la mismo posición, sino que depende del tipo de oración.
  • A través de ejercicios de completar oraciones, colocar los componentes que faltan: unas veces faltará el sujeto, otras el verbo, otras el objeto, otras las palabras funcionales, etc.

PARA RFORZAR LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN:

  • Presentar un párrafo corto con los grupos sintácticos exageradamente diferenciados mediante flecha, dibujos o aumento considerable del tamaño. La persona lo leerá con la ayuda visual necesaria hasta que logre automatizar el respeto de los signos de puntuación que aparecen en el texto. Poco a poco la ayuda visual debe ser menor.
  • Grabarle mientras lee un texto sencillo, para que luego se escuche y observe sus errores.

PARA REFORZAR LOS PROCESOS SEMÁNTICOS:

  • Extracción del significado: proporcionar ayudas verbales a través de preguntas que faciliten la identificación de las ideas principales como “¿De qué trata el párrafo y qué dice?, ¿Dónde está ocurriendo el suceso?, ¿En qué época?, etc.”
  • Integración en la memoria: explicar globalmente de qué trata el texto para que pueda el alumno relacionarlo con experiencias previas. Observar los dibujos o gráficos y comentar sobre lo que representan, buscando información en textos más sencillos.
  • Enseñar que existen tipos de textos como los expositivos y enseñar su estructura para enseñar a resumir.
  • Para enseñar a resumir textos, en primer lugar se debe explicar qué es un resumen. Una vez leído el texto decirle a la persona que se quede con lo más importante.
  • Realización de inferencias:
  • Formular preguntas sobre el texto que no estén explícitas en el mismo y hacer que él formule también otras.
  • Ayudarle a hacer predicciones para que sean capaces de anticipar lo que va a suceder cuando están leyendo. Se le puede pedir que cuente lo que piensa que va a suceder y el por qué de sus respuestas.
  • Hacer preguntas posibles que no aparezcan en el texto y que pudieran formar parte de las cuestiones de un examen.

Daniela Barzallo
Psicóloga Clínica
Neuropsicóloga infantil